Para entender el valor de un año, pregúntale a algún estudiante que repitió curso...
Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbró a un bebe prematuro...
Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario…
Para entender el valor de una hora, pregúntales a los amantes que esperan para encontrarse...
Para entender el valor de un minuto, pregúntale al viajero que perdió el tren...
Para entender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que estuvo a punto de tener un accidente...
Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que gano una medalla de plata en las olimpiadas…
El ser humano, como tal, aprovecha su tiempo, sea para bien o sea para mal: El borracho aprovecha su tiempo para ingerir botella tras botella de licor. El ladrón, para ir tras sus víctimas y obtener el fruto de su codicia. El joven aprovecha su tiempo para andar en sus placeres juveniles: bailes, drogas, licor, ociosidad, modas, fornicación, etc. El estudiante, para dedicarse al estudio y así lograr su carrera en el menor tiempo posible.